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Escaparates para Hermés España y Portugal.
"Reveal the house"

Un recorrido por el 24 de Faubourg; desde el sótano al cielo, un paseo imaginado a través de los espacios detrás de las puertas de Hermès.

¿Qué observaría un ojo curioso que pudiera ver todo aquello que sucede cuando, cada noche, se cierran las puertas del edificio? Hemos creado una serie de escenas entrelazadas en las que los objetos de la casa cobran vida como personajes de un cuento surrealista.

Este ojo analítico busca los detalles que dan vida al edificio y encuentra relaciones entre ellos. Sube y baja las escaleras, se asoma a las ventanas, descubre nuevos lugares y se deja sorprender por lo que allí sucede:

Un sótano que mira al universo, una cocina donde el chef prepara un curioso planto de pasta, una sala de lectura con chimenea que quiere ser ducha, un comedor donde la puerta y la ventana se sientan a la mesa, un jardín donde ver la luna y un cielo desde el que se deslizan hasta el edificio las creaciones de los artesanos de Hermès.

Las escenas se entrelazan a través de los materiales y, sobre todo, del color que salpica aquí y allá. Cada uno de los objetos principales de los escaparates es una escultura creada por manos artesanas con dedicación. Se trata de una obra conjunta realizada por casa antillon junto a Ebanistas, Torneros, Metalistas, Carpinteros, Escultoras, pintores…

Como resultado, al igual que en los diferentes métiers de la Maison, las piezas se han empapado de la vida de cada una de las personas por las que han pasado y, por tanto, hablan el lenguaje de lo humano.
Windows for Hermés Spain & Portugal
"Reveal the house"

A journey through 24 Faubourg; from the basement to the sky, an imagined stroll through the spaces behind Hermès' doors.

What would a curious eye see if it could observe everything that happens when, each night, the doors of the building close? We've created a series of interconnected scenes where the house's objects come to life as characters in a surreal tale.

This analytical eye searches for the details that bring the building to life and finds connections between them. It goes up and down the stairs, peers through the windows, discovers new places, and allows itself to be surprised by what happens there:

A basement gazing at the universe, a kitchen where the chef prepares a curious dish of pasta, a reading room with a fireplace that wants to be a shower, a dining room where the door and the window sit at the table, a garden where the moon can be seen, and a sky from which Hermès artisans' creations slide down into the building.

The scenes are intertwined through materials and, above all, through color splashing here and there. Each of the main objects in the windows is a sculpture lovingly crafted by artisan hands. It is a joint work created by Casa Antillón alongside cabinetmakers, turners, metalworkers, carpenters, sculptors, painters…

As a result, much like the various métiers of the Maison, the pieces have absorbed the life of each person they have passed through, and therefore speak the language of the human.